¿Qué es la Big Data?
Si bien no existe un término estandarizado sobre qué debemos entender por big data, las autoridades europeas en materia de protección de datos personales han contribuido notablemente a su delimitación, por ejemplo, el Grupo de Trabajo del Artículo 29 de la Directiva Europea de protección de datos personales, indica que se refiere a las gigantescas cantidades de información digital controlada por compañías, autoridades y otras organizaciones, sujetas a un análisis extenso basado en el uso de algoritmos.
Por su parte, el Grupo de Berlín, que se dedica al análisis de la protección de datos personales en el sector de las telecomunicaciones, precisa que el big data comprende gigantescas cantidades de datos digitalizados que son controlados por las empresas, autoridades públicas y otras grandes organizaciones que poseen la tecnología para realizar un análisis extenso de los mismos basado en el uso de algoritmos.
En definitiva, con el término de “Big Data”, nos referimos a la práctica de combinar inmensos volúmenes de información, proveniente de diferentes fuentes, analizarlos, y con frecuencia usar algoritmos que además pueden seguir aprendiendo por su cuenta para ayudar a la toma de decisiones. En el big data se unen tres rasgos distintivos:
1. Volumen: Hablamos de volúmenes de datos que superan la capacidad del software habitual para ser manejados y gestionados, aunque evidentemente este concepto se encuentra en continuo movimiento por los avances tecnológicos.
2. Velocidad: Refiriéndonos a la rapidez con que los datos se reciben, se procesan y se toman las decisiones a partir de ellos.
3. Variedad: Respecto a la inclusión también de otros tipos de fuentes de datos diferentes a las que se utilizan de forma tradicional, porque en general se trata de información obtenida en diferentes redes sociales, dispositivos electrónicos conectados, explotación de sensores que permiten conocer movimientos y hábitos de vida, información externa de diversas fuentes, entre otros (Comité de Marketing y Publicidad, 2015).
Beneficios
El Big Data, por su naturaleza misma reporta importantes beneficios para quienes lo emplean, pues permite transformar en información muchos aspectos de la vida que antes no se podían cuantificar o estudiar, de manera tal que la información que se genera es una oportunidad de negocio que posee un beneficio tangible.
Algunos de sus beneficios más notables son ofrecer una visión cada vez más precisa de las fluctuaciones y rendimientos de todo tipo de recursos, permitir realizar adaptaciones experimentales a cualquier escala de un proceso y conocer su impacto en tiempo casi real, ayudar a conocer mejor la demanda y así realizar una segmentación mucho más ajustada de la oferta para cada bien o servicio, o acelerar la innovación y la prestación de servicios cada vez más innovadores y más eficientes.
Asimismo, por ejemplo, para los entes públicos puede implicar tomar decisiones de forma más rápida y eficaz, realizar análisis predictivos o una mejora continua de los sistemas de trabajo, además de mejorar la eficiencia en cuestiones tan sensibles como la protección ciudadana o la asistencia sanitaria, por mencionar algunos ejemplos.
Riesgos
Si bien el Big Data tiene notables beneficios para las empresas y las administraciones públicas, también puede reportar riesgos, sobre todo si no se usa de la manera correcta.
De manera general, podemos destacar entre los principales riesgos el de caer en conclusiones erróneas que nadie revisa, el de tomar decisiones automatizadas sin un sesgo humano, o el ya mencionado para la privacidad de las personas.
Como hemos dicho, uno de los más grandes riesgos que se corre siempre que se trata con datos e información personal, es el de violentar la privacidad de las personas.
En este caso, hablamos de los clientes y consumidores de las empresas, pues en la actualidad, con los grandes tratamientos de datos, las aplicaciones de big data, del llamado Internet de las cosas, de aprendizaje de las máquinas, de robótica, y, en general, con la utilización masiva de la informática (o de las TIC en una denominación más actual) aplicadas al tratamiento de la información personal, existe una intromisión amplísima y agresiva en la esfera personal e íntima de las personas.
Recomendaciones concernientes al uso del Big Data
Finalmente, para potencializar los beneficios y minimizar los riesgos del uso del big data en el entorno tecnológico actual, pueden tomarse en consideración diversas acciones como las siguientes:
A.- Mantener un registro de las categorías de información que se están recolectando. Esto reducirá el riesgo de usar o divulgar información confidencial o sensible sin el consentimiento de los titulares.
B.- Tomar en consideración las expectativas de los individuos acerca de cómo se utilizará su información, dando a conocer a través de un Aviso de Privacidad las finalidades originarias del tratamiento para los cuáles dicha información es tratada.
C.- Poner en práctica formularios sencillos y efectivos en los que los individuos pueden optar por no permitir el tratamiento de sus datos con finalidades de marketing directo.
D.- Disociar de manera total los datos personales, haciendo que los individuos no sean identificados o identificables. Aparte de la anonimización, la disociación permite a las empresas tener en su poder garantías legales y administrativas considerando tanto la sensibilidad como la utilidad de la información empleada.
E.- Determinar el valor de los datos, es decir, conocer el valor que el dato tiene para el negocio, escogiendo qué datos son los que se deben analizar.
Capacitar al personal, de manera que los que estén a cargo del análisis del big data sean personal con conocimiento de la materia y preparado para enfrentar las nuevas problemáticas (Comité de Marketing y Publicidad, 2015).